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Samarcanda, la ciudad azul de la Ruta de la Seda
Samarcanda… Un nombre que nos transporta a un mundo mágico de historias fascinantes del misterioso Oriente. Esta ciudad fue durante siglos una de las paradas fundamentales de la Ruta de la Seda entre Asia y Europa. Hoy la ciudad azul sigue manteniendo intacto su halo de leyenda y es uno de los grandes destinos de viaje en esta parte del mundo.
¿Dónde está Samarcanda? Si quieres descubrir este lugar maravilloso hay que viajar a Uzbekistán, lo cual no es precisamente tarea sencilla. Lo más fácil es viajar a la capital Tashkent vía Moscú o Estambul, y desde allí viajar hasta allí en tren o autobús atravesando áridos desiertos y estepas infinitas hasta percibir los destellos de sus torres y cúpulas.
A pesar de los crímenes urbanísticos (no pueden llamarse de otra manera) cometidos en la época soviética, Samarkanda sigue ofreciendo al visitante un centro histórico que parece sacado de un sueño: la Plaza del Registán conserva su aspecto imponente, flanqueada por tres grandes y relucientes madrassas; no muy lejos se levanta la silueta de la mezquita de Bibi Khanum. Y todo con ese revestimiento de ladrillos vidriados de color azul tan característico.
La “ciudad azul”, también llamada la “ciudad turquesa”, fue durante la Edad Media uno de los grandes focos culturales y artísticos del mundo. Después de aquellos momentos de gloria Samarcanda cayó en un lento e inexorable declive. La culpa fue de los exploradores portugueses que abrieron nuevas rutas por mar hacia Oriente y sus tesoros, desplazando a los mercaderes y las caravanas que recorrían Asia desde China hasta el Mediterráneo.
Tal vez el turismo, cada vez más importante, pueda devolverle algo de su viejo brillo a partir de ahora.
Fotos vía: catai.es